27.8.04

¡Qué la inocencia te valga!

Llegué al consulado italiano a las 10 de la mañana con la inocencia de una quinceañera, 30 personas no habían sido tan inocentes y formaban fila hacía rato frente a la puerta... no desistí de inmediato, esperé unos 10 minutos en el puesto 31, pero todavía no habían abierto.
Entonces traté de calcular cuánto tardarían en atenderme y me di cuenta de que era imposible que realizara mi consulta antes de las 11 (hora en la que entro a trabajar esta semana). Asi que para alegría de quienes ocupaban los puestos 32, 33 y 34 a las 10.15 me fuí.
Todavia no se si mi pasaporte se encuentra detrás de esa puerta, pero se que todavía soy un poco inocente. No sólo por haber pensado que podía llegar a esa hora al consulado y que sólo encontraría a un par de personas antes que yo, si no también por quedarme en la cola creyendo que en veinte minutos me atenderían!
Me gusta mi descubrimiento. Viene bien un poco de inocencia en un mundo tan cínico.

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