Este fin de semana fue bastante duro. Mi hermano se casó en Buenos Aires y no pude ir.

Se que no puedo quejarme porque tengo la suerte de poder ir bastante seguido y estuve en su casamiento en septiembre en Estados Unidos (su mujer es de allá y se casaron primero en su ciudad y ahora en la de él).

Pero me queda ese sabor amargo en la boca. Ese sabor que me recuerda que yo decidí vivir en Barcelona, lejos de mi familia. Eso implica que va a haber otros momentos importantes como este en los que no voy a poder estar presente. Es una sensación que me angustia.

El tema de las migraciones es muy complejo y creo que nunca se lo entiende bien hasta que se lo vive, no es algo que te puedan explicar, hay que sentirlo. Sentir la división interna. No ser de un lugar, pero al mismo tiempo ya no ser del todo del otro.

Los colores nos afectan de muchas maneras, nos generan estados de ánimo, cambian el aspecto de un lugar, nos incitan a relajarnos o lo contrario, nos evocan recuerdos...

El fin de semana pintamos una pared de nuestra habitación de azul petroleo. Un color divino, se llama Formentera, imagino que por el color del mar en esa isla.

Ahora tenemos un pedacito de mar junto a la cama. Es un color intenso y profundo que invita a perderse en las profundidades, del océano o de nuestras almas.

Me gusta la idea de tener una invitación a la profundidad en mi habitación.

Siguiendo el tema de cosas que nos molestan de los demás, me llama la recepcionista de mi trabajo para decirme que no vendrá esta tarde porque se siente muy mal = me molesta.

Intento analizar mi disgusto. No creo que por una gripe tengas que faltar al trabajo, pienso que si cada vez que nos duele la cabeza nos quedáramos en casa faltaríamos por lo menos una vez por mes.

Igualmente mi enfado no es lógico porque es la primera vez que ella falta porque se siente mal, trabaja conmigo desde hace poco tiempo y todavía no se si es de las personas que faltan a su trabajo por cualquier tontería. Espero que no.

Si tuviera que buscar el inicio de mi enojo dentro mío podría ser que en realidad lo que me molesta es que ella sea capaz de quedarse en su casa si no se siente bien y yo no. ¿Por qué soy incapaz de faltar al trabajo? No importa lo mal que me sienta siempre voy.

Si, evidentemente lo que me molesta es que ella ya lo haga, aunque no tenía nada grave ni se la veia muy mal y que yo haya venido a trabajar sintiéndome mucho peor que ella. Lo que debería hacer es imitarla en el futuro. Vamos a ver si lo logro, aunque espero no enfermarme, si lo hago voy a quedarme en casa.

Tema conflictivo: lo que nos molesta de los demás está en nosotros

Esa afirmación la hace siempre mi marido, es una teoría en la que cree firmemente. Yo todavia no se si la comparto al 100%

El problema es que cada vez que intento hablar con él de algo que me molestó en el día, me pone esa carita de "¿qué hay en vos que hace que eso te moleste tanto?" y termino enojada con él...

Le estuve dando vueltas en mi cabeza a este tema: ¿por qué me molesta que piense eso? Pero es dificil de responder, quizás me molesta porque no puedo hablar libremente de lo que me molesta sin al mismo tiempo dirigir su atención a mis "problemas". Quizás tiene razón y lo que no quiero es mirar qué hay en mi que me hace reaccionar asi... sólo quiero descargarme, no quiero reconocer cosas desagradables de mi persona.

¿Puede ser que lo que los demás hacen es reflejar lo que tenemos adentro? ¿Son como nuestros espejos? Entonces, ¿Si reflejan algo de nosotros que no nos gusta o nos avergüenza reaccionamos enojándonos y criticándolos?

Los días se me están pasando volando, no puedo creer que ya estemos casi a finales de noviembre... a finales de año. No se con certeza si es bueno que el tiempo se pase asi. Se supone que cuando lo estás pasando bien el tiempo parece pasar más rápido y cuando te aburrís o hacés algo que no te gusta el tiempo parece detenerse.

Son solo sensaciones, por supuesto el tiempo pasa siempre a la misma velocidad, pero quizás son más importantes esas sensaciones que la realidad misma.

Llega la época de analizar el año que pasó, lo que vivimos, las cosas que hicimos, las que no hicimos... y también la época de proponernos objetivos para el año que viene, en lo posible objetivos realistas, para poder alcanzarlos y estar contentos de haberlos cumplido.

Voy a empezar a pensar en todo esto. A bucear en mi alma.

Salís a la calle y no sabés para qué lado caminar. Es raro, la gente parece saber a dónde va. Decidís doblar a la derecha, después de unas cuadras tu mente se despeja. Eso necesitabas. Ya podés ir a casa.

En casa todo vuelve a la normalidad, alguien te espera, hablan del día que tuvieron, preparan la cena, ven tele... después de unas horas te vas a dormir.

En sueños regresás a tu mundo, tu esencia, tu yo.

realidad deforme

Vueltas, vueltas, miles de vueltas... todo sigue cambiando, nosotros también. Algunas veces para mejorar, algunas veces para empeorar. Pero no se puede medir facilmente la evolución o involución de una persona. La percepción siempre es tan subjetiva que no vemos la realidad, vemos nuestro filtro de valores reflejado en una realidad externa.