20.10.04

Ale y Ge contraatacan

Dado que no iba a poder vivir en paz si no hacía algo más para eliminar a los gorgojos de la cocina, el lunes decidimos tomar medidas drásticas. Fuimos al super en busca de ayuda y volvimos armados con insecticidas potentes.

Al llegar a casa, fuimos directamente a la zona afectada. Lo primero que hicimos fue tirar todo lo que quedaba en los estantes, sólo rescatamos los elementos que no podían haber sido contagiados de ninguna manera. Si había dudas, había que eliminarlos. No había cuarentena posible.

Después, nos dedicamos a vaciar íntegramente la cocina, no podía quedar absolutamente nada, así que llevamos todo a una zona alejada para ponerlo a salvo.

Una vez que comprobamos que la evacuación había sido un éxito, armada de valor enfrenté mis fobias. Me encerré en la cocina con la escalera y vacié el insecticida por todos los rincones, estantes y cajones.

Cuando terminé, cerré la puerta de la cocina y la dejé así hasta ayer a la mañana que abrí todo para que se ventile. Después llegó Milena y se encargó de limpiar la cocina a fondo.

Por suerte cuando volví anoche a casa revisé todo y no quedaban rastros ni de los gorgojos ni del insecticida. La cocina vuelve a ser ese lugar en el que Ale y yo nos divertimos preparando recetas nuevas.

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