Mi cuerpo no puede contener tanta alegría. Por fin conseguí pasajes para ir en diciembre a mi Buenos Aires querido. No podré pasar allá el fin de año, pero si la Navidad, que para mi es más importante.
No es que sea muy religiosa, pero tengo muchísimos recuerdos lindos de festejos de Noche Buena en familia... siempre cenando las mismas comidas en la misma mesa y con la misma gente. La decoración navideña, el arbolito, la ceremonia de entrega de regalos... las risas, los abrazos.
Mis sentidos están exaltados, igual que el perro de Pavlov me anticipo a lo que vendrá.
"Mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver... No habrá más penas ni olvidos."
2 comentarios:
Que ni que, las navidades siempre son especiales aunque digan que son comerciales a mí también me encantan. Me da mucho gusto que los tengas. Por cierto no conocía estas dotes de narradora tuyas, me gusta mucho y me rió igual.
Un beso,
Lorena
Muchas gracias chiquis!!! A mi también me encanta compartir todo esto con ustedes.
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